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  • Foto del escritorNita Gutiérrez

Mindfulness: un camino hacia el enriquecimiento interior

Actualizado: 15 mar 2021




El mindfulness es una forma de meditación introspectiva que tiene como objetivo observar la naturaleza cambiante de nuestro cuerpo, nuestra mente y/o nuestras emociones en el momento presente con apertura, amabilidad, curiosidad y sin realizar juicios.

Investigaciones sugieren que con la practica meditativa regular, los meditadores pueden distinguir claramente entre estímulos placenteros y aversivos, tal como cualquier persona que no está distraída, pero que a diferencia de los no practicantes pueden no ser arrastrados por sus reacciones emocionales habituales y al mismo tiempo mantener su capacidad de estar plenamente consciente, conectado y aterrizado. En este sentido, la práctica nos empodera al crear conscientemente el espacio donde podemos elegir una respuesta, liberarnos de nuestros automatismos y empezar a vivir una vida plena.

¿Está familiarizado con la naturaleza de su mente? ¿Conoce cuáles son sus tendencias? ¿La ira? ¿La impaciencia? ¿La crítica? ¿El juicio y/o prejuicio? Somos lo que sentimos. Si una persona alimenta los celos, su personalidad se torna celosa, otra envidiosa o irascible, etc. La naturaleza de la personalidad es solamente su estado base. Siendo honestos, pocas personas podrían decir que no habría nada que mejorar en su manera de vivir y en su manera de relacionarse con los demás. Sin embargo, algunas personas ven sus propias debilidades como una parte distintiva de su personalidad y creen que esto es lo que les hace únicos y mantienen que deben aceptarse a sí mismos como son, y por supuesto, los demás también tienen que aceptarlos sin chistar. Pero, ¿no es esta una manera fácil de menospreciar la posibilidad de mejorar su calidad de vida con algo de razonamiento y esfuerzo?

La práctica mental puede hacernos más amables, serenos, pacíficos, altruistas, menos críticos y puede enseñarnos a gestionar nuestras emociones difíciles de una manera óptima, pero requiere perseverancia. Necesitas entrenarte una y otra vez. No puedes aprender a jugar tenis sujetando una raqueta por un par de minutos a la semana, ¿verdad? Con la meditación, a diferencia del futbol o el tenis, el esfuerzo no se dirige a desarrollar una habilidad física sino hacia un enriquecimiento interior.

Al final, lo que realmente importa es la forma en que el practicante cambia gradualmente. Si al pasar los meses y los años, te vuelves menos atormentado por tus miedos e inseguridades, menos impaciente, irritable y critico, entonces, la práctica que has estado siguiendo es válida.

Cada gesto de tu mente, tu cuerpo y tu habla produce “efectos de onda”, y a menudo, pequeños gestos repetidos, poco a poco van penetrando en tu vida generando alivio del sufrimiento o profundizándolo. Esta conciencia que vamos despertando trae una gran responsabilidad, pero también alegría y libertad.


A medida que profundice en su práctica meditativa, se desarrollan la ecuanimidad, la ligereza, el sentido, la autenticidad y la alegría. Y si bien Mindfulness no va a evitar que ocurran cosas desagradables en nuestra vida, sí nos va a colocar en la posición de elegir desde qué perspectiva nos vamos a situar para no sufrir.


Es realmente posible hacer pequeños cambios en la vida.


Nita Gutiérrez


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