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  • Foto del escritorNita Gutiérrez

El yoga ayuda a calmar el caos de emociones




Buscar el equilibrio entre el cuerpo y la mente es un afán que desde siempre ha estado presente en la humanidad y que se remonta a por lo menos cuatro milenios, como se puede leer en antiguos textos como el Satipathana Sutta

En estos días en que la amenaza del Covid-19 está latente, las personas buscan cómo aliviar el sufrimiento porque es real la posibilidad de ser contagiado y tal vez morir. ¿Es suficiente tener disciplina y entrenar a nuestro cerebro para enfrentar estos tiempos traumáticos que afectan la salud mental de millones de personas?

“Si nos servimos de las herramientas internas, es decir de nuestro propio organismo, podríamos mitigar el sufrimiento. Mediante una educación integral las personas podríamos aliviar las consecuencias de la pandemia que nos afecta directa o indirectamente. Por eso, una alternativa es aprender a utilizar el yoga y las técnicas de meditación”, afirma Nita Gutiérrez, transmisora de prácticas contemplativas & Mindfulness.

Las prácticas de este tipo deben ser complementadas con una alimentación sana, y ejercicios que nos ayuden a desarrollar los hábitos de la mente y de la personalidad que nos lleven a un estilo de vida a fin de buscar la ‘autocuración´, comenta la especialista al destacar la importancia que tiene la disciplina y la constancia para entrenar a nuestro cerebro a ser más resiliente, es decir a superar las circunstancias traumática, como las que vivimos en la actualidad .

El sufrimiento, ya sea dolor físico o mental o simplemente el estrés normal, no se debe negar, evitar ni temer, porque es una llamada de nuestro cuerpo, mente o alma que nos despierta a la realidad. El reto del mindfulness es dejar de huir de los problemas, no ir hacia metas preconcebidas, tomándose tiempo suficiente para ver simplemente “frente a frente” la realidad de nuestras vidas tal y como la experimentamos en el momento presente. La mayoría de nosotros encontramos que el “sólo estar presente” o “sólo ser consciente” es de las cosas más difíciles que podemos hacer. Sin embargo, en cuanto tomemos el tiempo para intentar estar con nosotros mismos, de la mejor manera posible, la mayoría de la gente encuentra que es probablemente el paso más importante que podemos tomar para mejorar la calidad de nuestra vida.

Buscar el equilibrio entre el cuerpo y la mente es un afán que desde siempre ha estado presente en la humanidad y que se remonta a por lo menos cuatro milenios, como se puede leer en antiguos textos como el Satipathana Sutta, y “el objetivo del yoga como disciplina es ‘calmar el caos de emociones en conflicto´”, apunta la coach integral al citar las palabras del maestro Iyengar.


Conflictos emocionales

Al ahondar sobre el tema, recuerda que la palabra yoga proviene del idioma sánscrito ‘yug’ que significa “unión”, es decir la unión de todas las cosas como el cuerpo, la mente y el espíritu. Por eso se dice que lo que se busca mediante esta práctica ancestral es que el cuerpo y el alma estén alineados. A veces sentimos bloqueos, malestar, decaimiento y lo importante aquí es cómo te relacionas con esa emoción, es muy probable que esas sensaciones tengan que ver con decisiones que tomamos, cosas que hacemos o no hacemos. Para Nita Gutiérrez solo se necesita que las personas se decidan con amabilidad, curiosidad y conciencia a investigar cuál es el origen de su sufrimiento. La mentalidad Mindfulness nos da la presencia de la mente para optar por dejar de lado los patrones que nos hacen daño y cultivar los patrones que nos ayudan. Cada momento de conciencia y de elección consciente es un paso más en nuestro camino vital de la autocuración, resiliencia, salud positiva, y el bienestar.

Los seres humanos tienen una capacidad única para la autorregulación consciente y el cambio como parte de nuestro equipamiento natural para el aprendizaje vitalicio

Aunque el yoga nació en el norte de la India y se desarrolló junto al hinduismo y otras religiones orientales, no es una práctica religiosa, sino una filosofía de vida que promueve el uso de técnicas vitales que mejoran nuestro estado físico y mental, y nos ayudan a conectar con nosotros mismos y con nuestros semejantes.

Nita Gutiérrez remarca que aparte de que el yoga ‘es una filosofía de vida’ quienes practican esta disciplina ancestral son libres de seguir o no los principios del Yogasutra de Patañjali, que probablemente se remontan al siglo III a.C. Su práctica no conlleva la obligación de asumir una religión o una filosofía determinadas.

Sin embargo, “el objetivo de la meditación no es que te relajes, aunque esta práctica podría llevarte a eso. La meditación que yo promuevo, es la meditación Mindfulness, que consiste en prestar una atención deliberada y sin juicio al momento presente. El primer paso se da en el campo de la respiración consciente, en el que solo nos enfocamos en agudizar la consciencia de nuestro cuerpo que vive y respira”, señala.

Para ser parte de la cantidad de practicantes de esta disciplina solo se necesita decisión. Lo adecuado es un lugar tranquilo, sin mayores distractores y hacerlo por 15 minutos a tempranas horas de la mañana, e igual espacio de tiempo antes de acostarnos para que mejoren nuestros hábitos de autocuidado, y lo mejor es hacerlo diariamente.

Beneficios físicos y mentales

Nita Gutiérrez refiere que la neurociencia nos enseña la importancia de la organización de los patrones de la mente-cerebro-conducta en la salud y sobre la “plasticidad” de las redes neuronales del cerebro, por tal motivo, diferentes especialidades están sugiriendo como método educativo de autocuración la práctica de la meditación y del yoga.

En este sentido explica que son muchos los beneficios que aporta el yoga y la meditación en los planos físico, mental y emocional, cuya práctica habitual puede cambiarnos la vida: Aparte de fortalecer el sistema nervioso, activan el Sistema Nervioso Parasimpático, que favorece la relajación y facilita la recuperación en situaciones de estrés. También ayudan a reforzar el sistema inmunológico. El yoga reduce el nivel de cortisol en la sangre, la hormona relacionada con la generación del estrés, y nuestra resistencia a enfermedades e infecciones.

Como el yoga ha ido cambiando y evolucionando, hoy en día, existen muchos tipos de esta disciplina, “lo mejor es que la práctica se acomode al biotipo de la persona, para lo cual se recomienda que al iniciar lo haga bajo la supervisión de un profesional. Con la práctica aumenta el conocimiento del propio cuerpo y sus límites, y uno podría inclusive hacer su propia rutina”, puntualiza Nita Gutiérrez quien administra la dirección digital @holisticmindfullady

La Organización Mundial de la Salud también es consciente de que esta crisis sanitaria está generando estrés en toda la población, porque la enfermedad impacta de forma directa a personas cercanas, lo que se traducirá en una prevalencia mayor de los problemas relacionados con la salud mental. Además, no son pocos los especialistas que consideran que la pandemia del Covid-19 dejará una “huella psicológica” en la mayoría de las personas.

La neurociencia moderna confirma el hallazgo tradicional que cada mente tiene la capacidad natural para regular e integrar incluso las funciones de la mente/cuerpo más primarias a través de la práctica repetitiva. Hay esperanza.


Entrevista realizada en guik.pe



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